Cristián Pérez, historiador y autor de “Viaje a las estepas. Cien jóvenes chilenos varados en la Unión Soviética tras el Golpe”, conversó en Terapia Chilensis sobre el proceso de investigación que realizó para la elaboración del libro y las reflexiones que pudo sacar de este proceso.
“Crecí con este rumor (…) A medida que fue pasando el tiempo y me hice profesional de la historia siempre tuve la intención y el interés de rescatarla. Hasta que me encontré con Bernardo Tapia, cuyo hijo había participado de esta experiencia. Él logró armar un primer relato para mi, contándome un poco de qué se había tratado”, contó.
“En la Unión Soviética en esa época había más jóvenes chilenos estudiando en otros lugares. Pero la gracia de este grupo es que son personas de entre 15 y 20 años que eran del campo. Es muy probable que ninguno de ellos hubiera ido nunca antes a una ciudad”, agregó.
Cabe señalar que el libro “Viaje a las estepas”, que Pérez tardó casi 30 años en construir, cuenta la desconocida historia de cien campesinos chilenos que fueron seleccionados por los partidos Comunista, Socialista y el Mapu para estudiar en la URSS, y que quedaron varados en ese sector de Europa tras el Golpe de Estado de 1973 y la posterior dictadura de Augusto Pinochet en Chile.
“La repercusión que ha tenido el libro me ha dado mucho que pensar sobre la fragilidad de la vida, de lo frágiles que somos. En un momento dado tenemos planes para hacer algo y esos planes, por un hecho como este, que sucede a 14 mil kilómetros de distancia, determina la vida, limita las opciones de la vida”, reflexionó el investigador.
Respecto al retorno de estas personas al país tras décadas en el extranjero, Pérez explicó que “es difícil saber cuántos volvieron” porque “venían de distintos lugares, no se conocían entre ellos, las familias no se conocían entre ellas”.
Sin embargo, por los casos que ha conocido, declaró que siente dolor por la forma en que los recibió el Estado chileno, en tiempos de la transición.
“Hay historias que me duelen mucho, por cómo los trató el Estado chileno cuando trataron de volver. Si no se les cerraron todas las puertas, fueron casi todas. Hay ingenieros graduados que no pudieron validar sus títulos porque estudiaron marxismo leninismo. Eran tratados con desconfianza”, confesó el también profesor en Periodismo UDP.
“Siento que el estado está en deuda con ellos. Si los trató mal a ellos ¿A cuántos compatriotas más ha tratado mal?”, concluyó.