Juan Luis Ossa: “La discusión constitucional actual ha llegado a un laberinto del que es difícil salir”
El historiador y director ejecutivo del Centro de Estudios de Historia Política de la Universidad Adolfo Ibáñez defendió la idea de avanzar en el debate constitucional basándose en la Constitución del 1925, ya que considera que reformar la de 1980 es un “sinsentido”.
Juan Luis Ossa, historiador y director ejecutivo del Centro de Estudios de Historia Política de la Universidad Adolfo Ibáñez, conversó en Terapia Chilensis sobre el libro “1925. Continuidad republicana y legitimidad constitucional: una propuesta”, del que forma parte como uno de los autores.
“No es que nosotros estemos proponiendo que una futura Constitución parta del articulado de la Constitución del 1925. Sino, más bien, es una suerte de retroceso simbólico a aquello que consideramos nos unía como sociedad para 1973, con todas las reformas de la Constitución del 25′, que son siete”, explica sobre el texto.
Este libro, en el que además escriben Arturo Fontaine, Aldo Mascareño, Renato Cristi, Hugo Herrera y Joaquín Trujillo, sostiene que es preciso sustituir la Constitución del 1980 por su carácter radical y porque desatendió la tradición constitucional del país.
“Para evitar la incertidumbre de una hoja en blanco, lo que nosotros proponemos de distintas posiciones políticas es construir desde lo que ya se conoce (…) No podemos partir de la Constitución del 80′, porque es un sinsentido”, asegura el doctor en Historia Moderna de la Universidad de Oxford.
“La discusión constitucional actual ha llegado a un laberinto del que es difícil salir. Para poder salir de ese laberinto habría que considerar la historia constitucional chilena, de forma tal que nos permita ir hacia el futuro”, agrega.
Por último, Juan Luis Ossa, quien además dice que el Gobierno dejó la “puerta abierta” al debate constitucional, define la propuesta del libro como una postura que combina aspectos liberales y conservadores.
“Es una postura liberal-conservadora. Es liberal porque proyecta. Y conservadora, no porque sea retrógrada, sino porque utiliza el gradualismo y la reforma para avanzar en los cambios y perfeccionar“, concluye.