La muchacha de Londres

1929. Justo cuando el cine daba el gran paso de la mudez al sonido, Alfred Hitchcock se consagra como maestro del suspenso con La muchacha de Londres que, dadas las circunstancias, comenzó siendo una película muda para convertirse, luego, en la primera cinta hablada en inglés. Alice White se pelea con su novio policía, Frank. Impulsivamente acompaña a un apasionado artista a su departamento y, cuando él intenta violarla, Alice lo apuñala hasta matarlo. Mientras los directores se esforzaban por repletar sus películas de diálogos y parlamentos, el listo Hitchcock consigue enormes cuotas de tensión a través de la banda sonora, elemento que se convertiría en sello de su cine. Por su atrevimiento y astucia, La muchacha de Londres es otra película para no perderse.