1785. El marqués de sade escribe Las ciento veinte jornadas de Sodoma mientras permanece en La Bastilla y perdió de vista el manuscrito cuando la revolución francesa tomó la prisión por asalto. Él no lo supo, pero el borrador cayó en manos de una familia aristócrata que lo consideró tan valioso que lo conservó hasta publicarlo en 1935 de manera parcial, la obra completa fue apareciendo, en primera instancia, en entregas por volúmenes. ¿Cuál es la idea del marqués? La de siempre, horrorizar. A fines del reinado de Luis XIV un grupo de libertinos millonarios hace un fondo común con las mujeres de sus familias para utilizarlas como objestos sexuales, indispensables para el plan maestro de una gran y prolongada orgía. En un lujoso castillo, las más degeneradas prácticas transucurren con total impunidad, todo, eso si, bajo un complejo código de normas para que no cunda el caos en el depravado festival creado, para regocijo del estudio sicólogico y los analistas de los extremo, por el marqués de Sade desde su celda para Las ciento veinte jornadas de Sodoma, un libro para no perderse.
Las ciento veinte jornadas de Sodoma
1785. El marqués de sade escribe Las ciento veinte jornadas de Sodoma mientras permanece en La Bastilla y perdió de vista el manuscrito cuando la revolución francesa tomó la prisión por asalto. Él no lo supo, pero el borrador cayó en manos de una familia aristócrata que lo consideró tan valioso que lo conservó hasta… View Article