El planeta de los simios

1968. Aunque pudo ser un fiasco, porque adaptar la novela original de Pierre Boulle implicaría disfrazar a los actores de monos y eso podría causar más risa que impacto, El planeta de los simios fue un éxito que conserva su valor hasta el día de hoy. Posiblemente, el triunfo se deba al gran trabajo que hizo el maquillador en jefe: John Chambers. Sin él, conseguir a dos monos convincentes para que los encontraran Taylos y sus dos acompañantes cuando su nave espacial se estrella en un despoblado planeta, no hubiera sido posible. Escenas de antología, un guión genial, diálogos de altos momentos y un gran final hacen que El planeta de los simios, sea una película para no perderse.