El analista internacional Florent Sardou se refirió en Noticias en Duna al movimiento de los chalecos amarillos y a la decisión del gobierno de Francia de declinar ante la medida de subir los impuestos a los combustibles.
“La respuesta llega tarde (…) y las medidas del primer ministro responden solo a una pequeña parte de lo que piden los chalecos amarillos”, dijo el académico de la Usach, al mismo tiempo que comentó que Macron “está al debe”.
“El gran problema que tiene Macron es que los franceses no ven que las reformas tengan efectos sobre sus bolsillos“, complementó.
Respecto a la intensidad de estos movimientos y a sus características, Sardou apuntó a que es la consecuencia de una situación económica que afecta a Francia desde hace 40 años, y que “es un grito de la clase media, no solo la más pobre. Son franceses que tenían ventajas económicas, pero sienten que trabajan por poco y no se ven beneficiados por el Estado”.
El experto también destacó que la transversalidad del movimiento de los chalecos amarillos y su dimensión confrontacional determinan las dificultades para negociar con el gobierno.
“Hasta algunos portavoces que salen de este grupo inmediatamente son criticados, rechazados y hasta amenazados de muerte por otros chalecos amarillos que rechazan absolutamente la misión de portavoz o de representante. Entonces cómo tú como gobierno puedes dialogar y encontrar una respuesta global es la gran dificultad”, explicó.
“Pero yo diría que no es un fenómeno francés sino que también chileno, y es la característica de los movimientos sociales de hoy. Es decir, todo nace por redes sociales y hay una voluntad absoluta de no constituirse en grupo, y eso afecta mucho la constitución de propuestas y de dialogo con las autoridades”, finalizó.
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