“Lo que se logró hoy es un gran cambio”, afirmó esta tarde Judith Valdés, presidenta del Centro de Padres del Instituto Nacional, frente al vuelco en la votación del establecimiento, que finalmente lo convertirá en mixto después de 206 años de impartir clases solo para hombres.
Tras la corrección del Tricel interestamental y el hallazgo de errores en la duplicidad de votos de apoderados, entre otras anomalías, Valdés restó importancia al hecho. Afirmó que “las irregularidades fueron involuntarias”.
Según explicó, “no quisimos hablar de dolo, sino desconocimiento, netamente. Por la comunidad y para no causar daño, preferimos hablar de desconocimiento”.
“Faltó tiempo para educar a los padres”
Valdés valoró los nuevos resultados porque, a su juicio, representan a la comunidad de estudiantes. De hecho, insistió en que el rechazo es de los padres y madres.
“Entre los apoderados hay un temor hacia lo desconocido. Faltó tiempo para educar a los padres en relación a los beneficios que trae la educación mixta. Creer que vamos a bajar el rendimiento académico por el ingreso de mujeres es hasta doloroso. El Instituto Nacional refleja la sociedad chilena en su conjunto”, comentó.
La representante de los apoderados advirtió que podría existir la opción de que los padres quieran apelar a la votación y estarán en su derecho. Sin embargo, adelantó que el ingreso de mujeres al liceo no será de un día para otro.
“Este cambio debe ser paulatino, porque es muy importante (…) Hay que educar a los docentes en el vocabulario, en no ofender al otro, en equidad de género. Toda la comunidad debemos educarnos”.
En esa línea, afirmó que el cambio “no puede ser desde el próximo año, en lo absoluto. Hablamos de dos años, cada uno tiene que aportar a este cambio”.
Además, afirmó que sería desde séptimo básico, o podría evaluarse el ingreso de estudiantes en quinto. “Tampoco será mixto de inmediato en tercero o cuarto medio”.
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