En abril, el Senado aprobó la idea de legislar sobre la iniciativa que establece el derecho de sala cuna universal, a la que se han presentado indicaciones sustitutivas desde el Ejecutivo, con un programa de financiamiento alternativo (CLAPES UC, 2024), lo que hoy es materia de discusión.
La modificación fundamental que se ha planteado desde hace muchos años es al artículo 203, eliminando el mínimo requerido de trabajadoras para otorgar el beneficio de sala cuna. La propuesta actual reconocería el beneficio de sala cuna no sólo para trabajadoras, sino también para trabajadores con hijos menores de dos años. Además, esta propuesta busca la articulación con la protección de los derechos de educación de niños y niñas.
Ante esto, en Hablemos en Off, la economista Andrea Repetto, sostuvo que “el proyecto anterior dejaba afuera la oferta pública”.
“El registro oficial es lo que certifica la calidad de los jardines infantiles, menos de la mitad lo cumple porque los requisitos son muy exigentes”, afirmó.
Sobre esto, Repetto explicó que “tenemos dudas porque hoy no sabemos qué matricula hay y no sabemos de la cobertura geográfica y de los horarios”.
“Hay problemas todavía, es un avanza. El lucro va a ser un tema muy importante”, afirmó