Cambio de gabinete: ¿Un ejercicio narcisista de la elite?

El cambio de gabinete ha generado distintas reacciones. Para Matías del Río, la puesta en escena fue más grande de lo que se necesitaba: “Hay una suerte de escena muy peligrosa de hacer cadenas nacionales, tener una elite discutiendo y haciendo apuestas como de un antes o un después de un gobierno por un ministro que nunca se adecuó en la política. Por qué no se hace más simple, se des dramatiza un cambio de gabinete y te ganas el espacio de que si un ministro no anda bien poder cambiarlo y no pasa nada”.

Y agregó:

“A mí me dio un poquito de vergüenza en verdad. Lo de ayer fue un cambio menor de un ministro que no se acomodó sencillamente”.

Y argumentó “esto es un ejercicio narcisista de la elite. Siento que en muchas partes del país no están pendientes si Mauricio Rojas estaba complicado o no en el segundo piso de La Moneda, ubíquense y la falta de sintonía de los que diseñan estas cosas medias tropicales, la gallá está en otra. Déjense de jugar metrópoli y ahí está la falta de sintonía de la clase política con la gente normal y corriente que se demora dos horas en llegar a su cada todos los días”.

Consuelo Saavedra discrepó con la visión de Matías, y defendió el modo de hacer el cambio, “eso se llama apropiarse de la agenda de una buena manera que es hacerse cargo de una espina que molestaba al caminar y que lo sentías todo el rato y todas las semanas empeoraba un poquito (…) Incluso si es un tema de ajuste, me parece correcto convertirlo en un hito político y aprovecharlo a tu favor”.