Tras una reunión de siete horas, finalmente el directorio de Iansa decidió cerrar su planta en Linares, lo que afectará a unos 4.000 trabajadores.
A través de un comunicado, la compañía informó que esta planta operará hasta los primeros días de agosto, tras lo cual se iniciará un plan de cierre gradual. En el texto, Iansa se comprometió con los agricultores de Talca y Linares que tienen contrato vigente con la compañía, o lo suscriban para la fecha, a financiar el 50% del costo extra que implicará trasladar la remolacha a la planta de San Carlos.
Ante esto, el ministro de Agricultura, Antonio Walker, explicó en Hablemos en Off que “esto se venía venir” debido a que “la remolacha ha ido perdiendo ventajas comparativas y el precio del azúcar bajó un 35% en el último tiempo”.
El secretario de Estado respondió a las críticas del alcalde de Linares, Mario Meza (RN), quien aseguró que “lo que esperan los trabajadores y los agricultores no es que en el momento de una crisis esté el Gobierno, sino que se anticipe”.
Sobre estos dichos, Walker aseveró que “es muy injusta la crítica del alcalde Meza, desde el primer minuto en el Gobierno estuvimos conversando con Iansa, con los agricultores y con los dirigentes sindicales”.
El titular de Agricultura explicó que “vamos acompañar a los agricultores para que puedan salir adelante y para que puedan pasar este año y el siguiente”.
Respecto de los efectos del arancel que se le cobra a las empresas por emisiones de CO2 y sus efectos en el cierre de Iansa, el ministro señaló que “el impuesto verde es súper injusto porque se creó para las termoeléctricas y lo terminó pagando la agroindustria”.
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