El jueves pasado la empresa Maersk, productora de contenedores refigerados, cerrará su planta en San Antonio.
Como comentó Nicolás Vergara en Hablemos en Off, uno de los antecedentes es que “las lógicas de mantención han cambiado. Antes se cambiaban entre 8 a 10 años y ahora sobre los 15 años, entonces eso sin dudas complicó a la empresa. Y cuando uno analiza la razón, se dan condiciones que no se dieron para seguir”.
Al respecto Matías del Río acotó, “lograron producir el 10% de lo que tenían planeado, el negocio no anduvo. O no lo calcularon bien y le están echando la culpa a los sindicatos, o son las dos cosas; o los sindicatos mataron el negocio, eso hay que dilucidarlo”.
Vergara comentó que tenía información de que existían negociaciones complejas con “paralizaciones violentas que generaron impacto en la casa matriz, el alto ausentismo, licencias médicas, rotación importante. Pero probablemente sin ese problema, también hubiesen cerrado. Lo que estaba claro que para seguir funcionando tenían que achicarse y dadas las protestas sindicales, decidieron cerrar que bajar a la mitad de movilizaciones porque hubiera generado más complejidad”.
Y agregó:
“Pretender que es sólo culpa de la CUT y del PC, o de agentes sindicales, es un error y pretender que no tuvo ninguna importancia, también es una simplificación”.
Para concluir, del Río comentó, “vamos a ver quiénes son capaces de asumir la parte que le toca de este multifactor. Pero es relevante que si le vamos a echar siempre la culop a al de al frente va a ser sencillamente un diálogo de sordos, un tema muy ideologizado que no le va a favorecer a nadie”.
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