El peligroso desprestigio de la política que arrastra la discusión sobre la dieta parlamentaria
Consuelo Saavedra, Nicolás Vergara y Matías del Río analizaron el fondo de la discusión sobre los sueldos en el mundo político, y explicaron que refleja un desprestigio que no es bueno para la sociedad.
Este jueves el Presidente Sebastián Piñera se mostró proclive a apoyar el proyecto de diputados del Frente Amplio, que plantea bajar los sueldos de los miembros del Congreso. Lo que abrió la discusión sobre las dietas parlamentarias y, en general, de los cargos públicos.
“Yo pienso que las dietas parlamentarias en Chile, igual que los sueldos en muchos otros sectores y empresas públicas son demasiados altos para las necesidades y urgencias que tiene el país. Por lo tanto, yo pienso que todos tenemos que apretarnos el cinturón”, expresó el mandatario.
A raíz de estas declaraciones, esta mañana en Hablemos en Off se debatió sobre los salarios del mundo de la política. Que van , por ejemplo, desde el presidente, que gana un sueldo de 9,9 millones; los senadores, 9,3 millones; la intendenta de Santiago, 7,6 millones; el principal gobernador de la provincia de Santiago, 5 millones; el ministro del Interior, 8,7 millones; o el ministro de Hacienda, que percibe un salario de 6,7 millones (todos los sueldos en bruto).
Sobre esas cifras, Consuelo Saavedra dijo que “no nos olvidemos que apenas el 1,2% de los trabajadores de este país son los que ganan sueldos sobre los 3 millones, entonces estamos hablando de la mega élite”.
“El desprestigio de la política es lo realmente grave”, expresó la periodista.
En ese mismo sentido, Matías del Río relacionó que las críticas al sueldo de los parlamentarios tiene que ver con una desconfianza hacia la labor que realizan y que aquello le parece “injusto y peligroso”, porque le resta valor al importante trabajo de los políticos en la sociedad.
“Hubo épocas en este país en donde se empezó a desacreditar la acción de la política. Era un momento en que se cerraban los parlamentos porque no servían, porque eran parte del problema y no de la solución. Y me refiero a la época de septiembre del 73″, comentó.
Nicolás Vergara también aportó su punto de vista sobre esto: “El problema práctico es que existe una lógica de que los sueldos de los parlamentarios son desproporcionados e injustos, porque los parlamentarios son malos, no hacen bien la pega y ganan mucho por trabajar mal. Ese supuesto creo que desde el ejecutivo nadie debiera validarlo. no creo que nuestros parlamentarios sean excesivamente malos”.