“Evidentemente el Sename no es un servicio maravilloso”.
Con esas palabras se refirió el ministro de Justicia, Jaime Campo, a la institución que hoy está en la lupa de la opinión pública y que carga con más de 1.300 muertes de menores.
“La ignorancia del ministro de Justicia es impresionante, no hay duda que son violaciones a los Derechos Humanos”, dijo el abogado Francisco Cox respecto de las palabras del secretario de Estado, quien aseguró que “hablar de violaciones a los DD.HH. es una exageración”.
Según Cox, los niños “podrían demandar al Estado chileno, pero son vulnerables y no conocen sus derechos (…) la cantidad de hoyos negros que tenemos con personas sometidas al Estado sin el poder de exigir sus derechos, es muy alto”.
“Esta persistencia que tiene la Concertacion de negar que en democracia se puedan violar los dd.hh. es una aberración. El ministro de Justicia es de una ignorancia que ofende”, dijo Cox en Hablemos en Off.
Giro en caso Nabila Rifo
El abogado se refirió al giro del caso de Nabila Rifo tras la filtración del nuevo fallo que se daría hoy en la Corte Suprema, donde se dice que bajarían la pena de Mauricio Ortega de 25 años a 18, dejando fuera femicidio frustrado.
“La pregunta que todo Tribunal se tiene que hacer frente a un imputado es si hay elementos suficientes para determinar si la intención era matarla o lesionarla”, dijo Cox, apuntando a que “por la cantidad de fracturas en la cabeza, se puede deducir que al menos tenía dolo eventual”.
“Volver a sacar los ojos, más allá de lo macabro, plantea la intención de lesionar. ¿Por qué si tú crees que la persona va a morir, vuelves a sacarle los ojos?”, dijo.
“Va a ser interesante cómo la corte Suprema logra establecer que hubo intención de lesionar y no de matar”, agregó.
Desaparecidos en Iguala
Francisco Cox también se refirió a la revelación que hizo The New York Times sobre una aparente intervención del Estado mexicano en la investigación de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala.
El abogado, quien fue parte de la comisión de expertos convocados por la OEA para el caso, señaló que “hubo periódicos mexicanos vinculados a ciertos sectores, que estaban muy interesados en desprestigiar a dos miembros del grupo”.
“El narco en México está muy organizado, tiene muchos infiltrados en el Estado”, agregó.
“Me acuerdo que una vez recibimos ese mensaje que tenía un link que llevaba a una casa funeraria. Lo interpretamos como una amenaza de muerte, pero cuando estás investigando asumes que te van a amenazar”, contó Cox.
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