Luego de publicar una columna este domingo en El Mercurio donde destacó el activo rol que ha cumplido desde algunas semanas Andrónico Luksic en redes sociales, el rector de la universidad Diego Portales, Carlos Peña, se refirió a la serie de respuestas que obtuvo por parte del empresario en Twitter.
“A mí me parece que lo que muestra esa nota de Luksic es que no entendió demasiado lo que quise decir, lo que quizás sea culpa mía. Si hay alguien que se ha esmerado en caricaturizar a los empresarios es el propio Luksic. Este permanente juego adolescente en Twitter, animado —no tengo ninguna duda— por un terror que él siente a ser rechazado en la calle, porque no hay otra explicación para esa extraña pulsión que él padece, todo eso demuestra que él no comprende la situación en la que está: Andrónico Luksic concitó el rechazo a partir de un hecho respecto del cual no ha dado ninguna explicación todavía que fue el caso Caval”, dijo esta mañana en Hablemos en Off.
Según el rector, Luksic genera un perjuicio por sobre la imagen del empresariado, quienes “han padecido una crisis de imagen y reputación en Chile, y actitudes como esa no lo van a curar”.
“No tengo ninguna duda que en el caso de él, a quien no conozco, esta conducta debe alegrarlo, debe complacerlo tener seguidores en Twitter, pero debemos preguntarnos, ¿esperamos de los empresarios, rectores, o quien fuera, una expansión de la cotidianidad o esperamos opiniones lucidas? (…) ¿esperamos que los políticos, empresarios rectores, ventilemos nuestros humores privados en Twitter para ganarnos la simpatía de la gente, o compartir ideas opiniones?”, dijo.
Respecto de si Twitter es un medio válido para exponer y expresar opiniones, el rector de la UDP señaló que “si alguien cree que se pueden expresar reflexiones en 140 caracteres, no entiende el problema. Twitter lo que hace es adelgazar las ideas, es una cultura del grafitti”.
El problema de la gratuidad
“Va a radicalizar y profundizar una segregación en el sistema universitario”.
Carlos Peña se refirió al modelo de gratuidad, al que la Universidad Diego Portales se adscribió, y el que según señala, podría “ensombrecer el horizonte” de universidades con investigación como la que él dirige.
“Nos preocupa el proyecto intelectual de estas universidades (…) hemos adherido a la gratuidad porque estamos convencidos que, por lo menos para los primeros deciles, es un proyecto de política pública correcto, una oportunidad notable (…) nosotros tenemos muy buenos estudiantes de los primeros deciles, adherimos al objetivo que se persigue con la condición de que se diseñe bien, si llegásemos a la conclusión de que por porfía se mantiene un mal diseño que ahoga el proyecto intelectual de la universidad, por supuesto que decidiría no entrar”, dijo.
Asimismo, el rector de la UDP aseguró que “la promesa de ascenso social” de la reforma a la educación superior, “es falsa”, debido a que “la gratuidad, el ingreso sin barreras económicas de entradas para los estudiantes de los 5 primeros deciles, va a tender ese tipo de matrículas a agruparse en las universidades de peor calidad, con lo cual el sistema universitario en su conjunto se está estratificando y debido al mal diseño los estudiantes de los 5 primeros deciles, van a tender a agruparse en universidades meramente docentes, cuyos certificados los van a poner por debajo en la escala profesional”.
“Innombrablemente lo he explicado al gobierno, cualquier diseño futuro de educación superior no puede volver la espalda al sistema histórico del sistema (…) creo que la reforma debería ser tal que diseñara un sistema de educación superior que contase de 3 subsistemas, uno estatal, uno privado y uno íntimamente privado (…) un gobierno que enarboló este como tema central de su mandato, va a concluirlo sin haber sido capaz de hacer ni siquiera del punto de vista intelectual, un proyecto de reforma universitaria sensato”, señaló.
Al borde de un fenómeno inédito en Chile
“Estamos al borde de un fenómeno absolutamente inédito en Chile: que la derecha gane por segunda vez en el lapsus de dos años de manera democrática (…) este es el país que adjura del modelo (…) la modernización capitalista penetró la cultura cotidiana de los chilenos más allá de lo que somos capaces de ver y aceptar”, señaló Carlos Peña.
“No cabe duda que en el Chile contemporáneo, nos guste o no, la huella de Pinochet y la dictadura está inevitablemente presente (…) la modernización capitalista que abjuramos lleva la huella de Pinochet (…) lo que está ocurriendo en la competencia política en Chile es una rara mezcla de grande proyectos ideológicos, bastante vago desde sectores del socialismo, un cierto pragmatismo modernizador de la derecha, y mezclado con acusaciones personales de las que está siendo víctima Piñera (…) va a ser una campaña muy complicada y muy sucia”, apuntó.
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