“Quizás el daño es reversible en milenios”, asegura Mario Molina respecto del deterioro del planeta, señalando que uno de los elementos clave para corregir los riesgos asociados al cambio climático es la tecnología. Por ejemplo, dice, “podríamos cambiar la cantidad de nubes que tiene el planeta” pero que no obstante “la ingeniería del planeta” es arriesgada “porque tiene otras consecuencias”.
La conclusión del premio Nobel respecto de la magnitud y la causa de los daños es clara: “El 97% de los expertos está de acuerdo que el cambio climático es un hecho y que lo más probable es que haya sido causado por actividades de la sociedad.
“Ya tenemos encima el cambio climático, [… ] si no actuamos ya va a significar un problema enorme para nuevas generaciones”, agrega.
En conversación con Hablemos en Off, Molina examinó el debate en torno a las fuentes de energía existentes, la controversia que existe entre los combustibles fósiles y la mitología que existe respecto de los costos económicos en la conversión de las fuentes.
“La energía solar, y la energía eólica es más barata”, asegura, y enfatiza que “la energía nuclear tiene un potencial enorme, y si se hace bien puede ser muy segura”.
Además, dijo que la idea de los altos costos “es un mito”, y que hay consenso entre los expertos en que si la problemática se aborda ” con creatividad el costo es cuando mucho el 1 o el 2% del PIB de planeta… que es mucho menos que el costo de los impactos”.
Ciudades y transporte
“La sociedad tiene que poner más recursos para que se desarrollen”, subraya Molina respecto a nuevos y mejores modelos de transporte. El Nobel dijo además que en las ciudades “es importante que haya un transporte eficiente y poco contaminante”, asegurando que “existen las tecnologías” para alcanzarlo.
Sobre las limitaciones que se han impuesto en ciudades como Santiago, el químico señala que “la única solución que se ve que funciona es poner más restricciones al uso del automóvil particular”, y cita el ejemplo de Japón, en donde en “Tokio el impuesto para comprar un automóvil cuesta casi como el mismo automóvil”.
FOTO: EFE
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