Miembro de coordinación de la red laical de Chillán: “Ningún obispo hoy en Chile da confianza”
Eduardo Albornoz comentó la aceptación de renuncia por parte del Papa de los obispos Carlos Pellegrin y Cristián Contreras.
En Duna en Punto, Eduardo Albornoz, miembro de coordinación de la red laical de Chillán se refirió a la aceptada renuncia de los obispos Carlos Pellegrin de Chillán, y Cristián Contreras de San Felipe. Albornoz declaró “estamos muy felices, esperanzados, la decisión del Papa confirma lo que esperábamos. Era tal la cantidad de antecedentes que teníamos, que no podía ser de otra manera”.
Albornoz comentó la desconfianza que, dentro de su comunidad, le tenían a Pellegrin, y aclaró que les gustaría pedir exigencias en la elección del próximo obispo, “como la cercanía pastoral, la transparencia en la gestión de la diócesis, la participación de nosotros como laicos, de las mujeres. Estamos convencidos de que otra Iglesia es posible mientras la hagamos entre todos, ya basta de secretismo”.
Y agregó, “lamentablemente uno de los temas que hemos puesto en el tapete es que tenemos una estructura de la Iglesia que ya no va con los tiempos, no escucha, no dialoga hay una ruptura de la jerarquía de la Iglesia con el pueblo común y corriente, en esa lógica encontrar pastores que estén en esta Iglesia nueva, es difícil. Iniciar un proceso de conversión de entender el poder de la Iglesia como servicio y no como abuso del mismo”.
“Ningún obispo en Chile hoy en día da confianza. La renuncia masiva que es histórica, es una buena señal, por nosotros que todos los obispos fueran removidos, pero entendemos que eso para el Vaticano es complicado. Y si no hay renovación de la personas, la estructura debe cambiar”.
De acuerdo al diagnóstico de Albornoz, “estamos en medio de la crisis. Esta soluciones que está haciendo el Papa Francisco está dentro del proceso iniciación, queda un gran trabajo, es un camino que va a llevar mucho tiempo y esto es simplemente el inicio de los cambios y va a ser complicado cambiar de estructura, de mentalidad y de cómo entendemos la Iglesia de acuerdo a los tiempos y a la vida de hombres y mujeres de nuestros tiempos”.