Si bien los avances tecnológicos han logrado reducir las distancias entre los países, lo cierto es que han provocado que el contacto del ser humano con la naturaleza se redujera en un 90%.
En un artículo de El País se explica la necesidades que tienen los niños de moverse entre ellas: Modular la agresividad y la empatía, evita la depresión y la ansiedad, los menores saben tomar riesgos.
Según el texto, el exterior contiene más estímulos sensoriales que desarrollan conexiones más amplias que en ambientes cerrados y reducidos.
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FOTO: Contigo Salud.
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