“Este proceso se ha vivido muchas veces en la historia, y siempre está la preocupación de cuál va a ser el impacto en el mercado laboral”, dijo Sergio Urzúa, coautor de “Desconectados: Habilidades, educación y empleo en América Latina”, un análisis de información de primera mano recolectada a través de dos grandes encuestas una sobre trayectorias y habilidades conducida en Chile y Argentina en 2008 y 2010 respectivamente, y sobre demanda de habilidades realizada entre empresarios de Argentina, Brasil y Chile en 2010, donde se evidenció que se requieren políticas educativas urgentes no solo para abordar el problema de la calidad de la educación, sino de la pertinencia de la misma cuando se trata de facilitar las transiciones de los jóvenes al mundo del trabajo.
Según dijo Urzúa en conversación con Duna En Punto, “la educación en el mundo desarrollado está en tres ángulos fundamentales, la incorporación de tecnologías, la formación docente e interconexión entre el sistema educativo y la demanda del mercado laboral. Eso no está en la discusión de educación superior”.
“Estamos al debe en términos de políticas educacionales, el mundo va en un Ferrari y nosotros en un Fiat 600 (…) la industria de transporte va a recibir una revolución que no hemos visto antes. En Estados Unidos habrá camines que viajes solos de Los Ángeles a Nueva York. El impacto es enorme. Hay ganancias productivas importantes y vamos a tener porcentajes importantes de la población que antes se desempeñaban en esto y que se van a tener que reinventar”, dijo.
“Lo que ocurre es que el ser humano, se ponga delante o detrás de la máquina, no puede estar ausente (…) no soy pesimista, esto va a tener un impacto sin duda, la pregunta es cómo nos movemos”, agregó.
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