Las obligaciones que trae la nueva Ley de Nanas aprobada por el Congreso
Horarios definidos, fiscalización de la Dirección del trabajo y la no obligatoriedad del uniforme, están entre las múltiples medidas que se deberán cumplir cuando se promulgue la nueva ley para las trabajadoras del hogar.
Escucha la nota de la periodista Valentina González aquí:
Lo que hasta el momento era un área relativamente gris en cuanto a derechos y obligaciones laborales, pasará a ser una realidad con reglas y beneficios muy claros. El próximo mes entrarán en vigencia la nueva ley para las trabajadoras del hogar, la normativa más conocida como Ley de Nanas.
Desde el uso del uniforme hasta las horas de descanso, todo lo que hasta el momento había sido un terreno de dudas donde cada casa imponía sus propias reglas, todo esto queda zanjado con la nueva ley.
Una de las piezas centrales en esta nueva ley que ya fue aprobada por el Congreso, es la delimitación de algo tan básico como las horas de trabajo. De ahora en adelante, las empleadas puertas afuera podrán trabajar un máximo de 45 horas semanales – en vez de las 72 actuales – mientras que las trabajadoras puertas adentro, tendrán garantizado el descanso durante los fines de semana, los días festivos, y además, 12 horas por día.
Además de un horario mucho más claro, las trabajadoras también van a tener la facilidad de reacomodar o acumular sus horas libres, siempre y cuando se llegue a un acuerdo con el empleador y se haga dentro del mismo mes. Podrán, por ejemplo, cambiar un día domingo por un día hábil, o intercambiar medio día de un sábado por la mañana de un lunes. Todo esto, de modo adicional a sus vacaciones legales. Así lo corrobora el director del trabajo, Christian Melis.
“Las trabajadoras tienen 15 días hábiles de vacaciones por año y se aplica tanto a las trabajadoras del régimen general como a las trabajadoras de casa particular. Lo que podría pasar es que un trabajador que trabaje un día festivo, podría pactar con su empleador que se lo pague como hora extraordinaria o que se acumule como un día de descanso que se puede adicionar a las vacaciones”, dijo el director del trabajo.
Para saber si todo esto se está cumpliendo o no, en cada casa se deberá llevar un libro de asistencia con las horas de inicio y término de la jornada laboral de la empleada, indicando si existieron horas extraordinarias. Todos los meses, sin falta, este libro se debe timbrar en la Dirección del Trabajo. En caso de no hacerlo, se arriesgan multas que rondan las 10 UTM. De modo adicional a la firma del libro, un fiscalizador puede visitar la casa para corroborar las condiciones en que se realiza el trabajo.
Por situaciones excepcionales, las trabajadoras pueden trabajar en horas extras pero con un tope de 15 horas adicionales a la semana. Y cada una de ellas, se debe remunerar con un 50% extra de la tarifa del sueldo.
Cada casa tiene necesidades específicas, y así como hay quienes requieren ayuda a tiempo completo para cuidar a sus hijos, también hay familias que optan por contar sólo algunos días a la semana, con una trabajadora que ayude con la cocina o el planchado de la ropa. Este caso también está contemplado en la ley, y se califica como un trabajo parcial, según explica el director del trabajo:
“Lo primero que hay que determinar, es si se trata de un trabajo esporádico pero continuo. Si es así estaríamos frente a lo que se denomina contrato a tiempo parcial, también tiene que laborizarse y también tiene que estar sujeto a un contrato de trabajo”, destacó Christian Melis.
Tres años ya han pasado desde que un polémico instructivo de un club de golf en Chicureo – donde se indicaba que las nanas debían usar por obligación su uniforme, para poder identificarlas – abrió la controversia en torno a los derechos de las empleadas del hogar. Hoy el debate ya quedó en el paso, y por ley, el uso el delantal es estrictamente voluntario, y no puede ser una orden dada por el empleador, ni mucho menos un requisito del trabajo.
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=6FXa_fAZzjU[/youtube]
FOTO: La Tercera