Escucha la nota de Valentina González aquí:
[audio:http://www.duna.cl/media/2014/10/nota_vale-hong_kong.mp3|titles=nota_vale-hong_kong]Nunca los paraguas habían sido tan protagonistas de la actualidad internacional como lo son por estos días; y es que en Hong Kong, los manifestantes descubrieron que el mismo accesorio que usaban para protegerse de la lluvia, podía convertirse en su mejor elemento de defensa.
as imágenes de miles de activistas resguardándose con un paraguas de los gases lacrimógenos de la policía se ha convertido en una verdadera postal del movimiento Occupy Central, que ha dado vuelta al mundo entero.
Inspirados en el movimiento estadounidense Occupy Wall Street que el año 2011 sacudió a Estados Unidos con sus protestas en contra de la desigualdad social, una nueva generación en Hong Kong tiene en aprietos a China.
Los manifestantes exigen una democracia real con miras a las elecciones del 2017, luego de que el gobierno de China anunciara que los candidatos que deseen postularse, deberán ser aprobados previamente por el Partido Comunista chino. Para los manifestantes, esto no es más que una falsa democracia.
En español, su nombre se traduciría como “Ocupa Central con Paz y Amor”, y su principal llamado es a la desobediencia civil pacífica a favor de una reforma política, que permita tener elecciones 100% democráticas.
El momento clave para comprender dónde se origina la tensión entre China y Hong Kong, es 1997. Ese fue el año en que Margaret Thatcher le traspasó efectivamente esta colonia a China, y Hong Kong pasó a ser una región administrativa especial, gobernada por las autoridades de Pekín.
En ese momento, China aceptó gobernar esta provincia bajo la filosofía de “un país, dos sistemas”. Es decir, que Hong Kong tendría ciertas facultades especiales que no se replican en el resto de China, como la libertad de prensa y el derecho a protestar: todos estos “privilegios”, se extenderían hasta el año 2047, dejando un área gris sobre qué podría pasar después.
Lo cierto es que la provincia se convirtió en uno de los pilares económicos para China, y también, un punto comercial estratégico; precisamente por estos motivos, es que la rebelión y la actitud desafiante de Hong Kong incomoda tanto a Pekín.
En la conmemoración del Día Nacional de China, el movimiento sólo ganó más espacio. Las protestan se expandieron a otros territorios, y desde Occupy Central amenazaron con tomar edificios gubernamentales si el gobierno chino no cede.
*El portal Slate, seleccionó una serie de fotografías que ilustran lo que pasa por estos días en Hong Kong:
FOTO: La Tercera