Black Mirror: Cuando la ciencia ficción ya no es ficción

A más de una década de su estreno, la última temporada de Black Mirror está causando impacto. Paula Frederick nos trae los detalles de esta serie de historias distópicas sobre las relaciones humanas, que ha sido nominada a más de 99 premios.

Sobre Black Mirror, Frederick comentó: “Las primeras temporadas y capítulos causaron mucho revuelo, pero luego hubo una baja en el furor, porque se sentía que las ideas comenzaban a repetirse. Sin embargo, estos seis nuevos episodios nos invitan a reflexionar sobre distintas temáticas”.

Sobre la nueva temporada, Frederick mencionó: “Son todos capítulos de 45-50 minutos de duración que son independientes“.

Uno de los capítulos explora lo que pasaría si los modelos de suscripción tipo “plan básico” y “plan premium” se aplicaran a situaciones de salud. Otro aborda el gaslighting y el bullying, mostrando cómo estas formas de manipulación emocional y acoso afectan la percepción de la realidad.

Respecto a la experiencia de los espectadores, Frederick mencionó que “la gran reflexión es por qué esta serie, más que otras que muestran aspectos de la vida real, nos causa tanta angustia. La mayoría de las personas se rehúsa a verla porque les genera mucha angustia”.

“La tecnología ya no es una utopía; la ciencia ficción ya no parece ser algo ficticio, sino que es algo que estamos viviendo”, agregó.

Sobre la narrativa de la serie, destacó que “creativamente, siento que está bien hecha. Cada capítulo tiene un cierre bien formado. Puedes ver un episodio sin necesidad de ver los otros, y aun así quedas absolutamente informada”.

Finalmente, menciona que esta temporada retoma algunos elementos de temporadas anteriores, incluyendo guiños, nombres repetidos y referencias ocultas que los fanáticos pueden identificar, e incluso un episodio que juega con el “efecto Mandela”.