El destacado alpinista Ernesto Olivares se refirió a la próxima expedición que hará al monte Manaslu en el Himalaya, en la que se desarrollará como jefe técnico.
“Este viaje, hace dos años no lo hubiera imaginado, porque tuve una trombosis en la pierna, me la iban a amputar y me dijeron que iba a poder caminar como máximo 10 cuadras por el resto de mi vida”, comentó Olivares.
“Tuve una recuperación milagrosa”, aseveró el alpinista, que se está preparando para la nueva excursión que lo llevará a una de las 14 montañas que superan los 8 mil metros.
Antes de ir al Manaslu en agosto próximo, el equipo realiza entrenamientos en los Ojos del Salado y el Aconcagua. “No solo tiene que ver con la preparación física y mental, ya que un pequeño detalle puede hacer que todo fracase”, explicó el deportista extremo.
En este punto ejemplificó que hasta la falta de fósforos puede provocar la pérdida de todo el progreso, porque “aquí no hay plan B”.
“Es necesario un equipo humano cohesionado, es ideal conocer como funciona cada uno de nosotros ante el estrés que genera un lugar como el Himalaya”, sostuvo Olivares.
Además, el montañista comentó que “sobre los 7.000 metros das un paso y respiras tres o cuatro veces”, explicando la cantidad de tiempo que toma esta actividad para quienes realizan y que espera “entregar a nuevas generaciones el conocimiento” que ha adquirido.
El excursionista ha escalado las montañas más importantes del mundo, entre ellas las “siete cumbres”, que incluyen el Kilimanjaro, el Aconcagua, el Denali/McKinley, el Vinson, el Carstenszm, el Elbrus y el Everest. Este último lo ha subido dos veces.
Actualmente, Olivares se encuentra trabajando en un libro, el que considera que “no es una despedida, es dar las gracias”.
audio podcast