El caricaturista Hernán Vidal, quien recientemente recibió el Premio Iberoamericano Humor Gráfico Quevedos 2018, conversó con Polo Ramírez sobre su trayectoria y contó detalles de la época de la dictadura.
“Nunca dibujé a Pinochet. Al comienzo por miedo, no podía estar ridiculizando al gran hermano, al que todo lo ve, entonces empecé a usar metáforas”, comentó el caricaturista chileno que lleva más de 50 años de trayectoria.
Sobre sus comienzos como dibujante de temas sociales, Hervi comentó que conoció a grandes periodistas de aquel momento que le pidieron que ilustrara las noticias que ocurrían en ese momento: “tuve que leer mucho, para darme cuenta lo que estaba pasando por ejemplo en Argentina, con Domingo Perón y las dictaduras“.
El caricaturista dijo que hacía mucho humor social en los años 70, debido al contexto político. Pero las cosas cambiaron en época de dictadura: “hubo un periodo largo después del golpe donde no había dónde dibujar”.
En 1977 se inició la revista “Hoy”, donde sus caricaturas estuvieron desde el primer hasta el último número: “todo ese tiempo fue de una censura previa brutal”, comentó Hervi, que agregó que sus dibujos fueron eliminados muchas veces antes de que se publicaran.
“Durante varios números seguidos dibujé estupideces sin sentido”, dijo el caricaturista sobre el tiempo en que hacía cualquier cosa solamente para que lo dejaran publicar.
“Cuando hay este tipo de situaciones extremas como una dictadura, cobran más fuerza los mensajes a través del periodismo y las caricaturas, entonces es muy intenso el mercado”, expresó el artista.
Respecto al premio, comentó: “me dejó un poco aturdido la magnitud del premio, sobre todo para un dibujante del fin del mundo”. Este se le otorgó por “su contribución a la difusión de la cultura a través del humor gráfico”.