Marcos Díaz, académico e investigador responsable del Proyecto Suchai, el primer nano satélite construido en Chile, conversó con Aire Fresco sobre la evaluación del trabajo que han realizado tras un año en órbita, y sobre los objetivos que se plantean.
“Nuestro objetivo es aprender con los estudiantes para generar musculatura que nos permita ir por satélites más grandes“, comentó.
“Queremos tener un programa para estar sistemáticamente lanzando misiones y satélites con aplicaciones que den un servicio al país, en términos de comunicación y monitoreo. Nuestro sueño es participar en la exploración de los límites que conocemos. Y ahí también ser capaces de poner estos objetos arriba. Si los satélites son pequeños, quizás con cohetes pequeños seamos capaces de ser autónomos”, agregó.
Así mismo, Díaz explicó que los costos que se relacionan con este proyecto son altos, pero “significativamente más bajos” que en los satélites más clásicos. Llegando a una cifra de los 200 millones de pesos como gasto total. Lo que incluye el lanzamiento y las labores operacionales, entre otros gastos.
Por otro lado, también habló sobre los distintos experimentos que realizan con estudiantes de la Universidad de Chile.
“Tenemos un experimento para monitorear la ionosfera, que es una capa que tiene una anomalía en el campo magnético en el norte de Chile. Y eso puede tener algunas implicancias en futuras aplicaciones de robótica o control vía GPS de autos, barcos”, aseguró.
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