El cuarteto apostó por una adaptación del folk a un estilo mucho más beat acorde con los nuevos aires de conciencia y protesta que vivía el mundo y la música. Durante 4 breves años la banda californiana conquistó al público y la crítica con sus armonías plasmadas en sus seis discos y se mantienen hasta hoy como un referente de los años en que soñar lo imposible podía ser lo más realista.