Simón Bolívar y Manuelita Sáenz: La libertadora del libertador
Era 1822 cuando, en su entrada triunfal a Ecuador vio a una mujer descolgándose de un balcón para lanzarle pétalos y celebrar su paso. Se quedaron mirando y esa misma noche se volvieron a encontrar en un baile. Conversaron y ya no se separaron más.