Aunque causaba un furor como el de los Beatles, Sandro logró mantener su vida privada bastante resguardada. Las mujeres lo deseaban con locura y a él le gustaba hacerlas pensar y sentir que él podría algún día hacerlo de vuelta. Por eso también ocultó el supuesto amor que tuvo con otra de las voces más mediáticas de argentina, María Martha Serra Lima.