El gran día llegó el 29 de julio de 1981. Hasta la catedral de St Paul, en Londres, llegaron todas las casas reales, la aristocracia europea más de 170 jefes de Estado, más de un millón de personas aterrizaron en Londres exclusivamente para coincidir con la llamada boda del siglo y por televisión, más de setecientos millones de espectadores vieron la ceremonia oficiada por el arzobispo de Canterbury.