1895 – El autor había conocido a un muchacho, Lord Alfred Douglas, y se enamora perdidamente de él para sorpresa de su mujer y sus dos hijos. El padre de Bosie, como lo llamaba Wilde, se opone al affaire y cumple su amenaza de demandarlo por atentar contra la moral y corromper a su hijo. Un espacio de Bárbara Espejo.