María Antonieta III – La austríaca
Por aburrida, por caprichosa y también porque era prácticamente una niña, empezó a buscar carísimas diversiones que la sacaran del letargo de esa lujosa prisión en que se había convertido el palacio. Entonces el reinado del que todos esperaban modestia, mesura y austeridad, se convirtió en un gastadero imparable y excéntrico que terminaría de deslegitimar a la monarquía. Un espacio de Bárbara Espejo.
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