Las secuelas del Día del Joven Combatiente y la paradoja del orden público para el nuevo Gobierno
María José O’Shea, Arturo Fontaine y Pablo Ortúzar conversaron sobre los desafíos de la nueva administración en materia de seguridad.
El primer consenso durante el diálogo es que el Gobierno ya ha comenzado a endurecer la mano, de acuerdo al actuar de la ministra del Interior.
Respecto de la conmemoración del Día del Joven Combatiente, Pablo Ortúzar dijo que “hubo menos actos de violencia, pero choca con que el hecho de que no estarían relacionados con la izquierda en el poder. El suceso violento nuevo que se registró es muy grave, que tiene relación con el asalto y destrucción de un departamento por una turba. Esto surgió en respuesta de que el dueño estaba gritando cosas en contra de los manifestantes”, anunció.
“La tesis es que se frena esto o se vuelve una bola imparable. Ahora, ¿Cómo se hace? ¿Qué señales se esperan para que la justicia no se tome por las propias manos?, planteó María José O’Shea.
Ortúzar respondió que “esta izquierda joven llegó al poder con los recursos retóricos de la protesta social, pero ahora tiene que confrontarlos con la realidad. La represión es una herramienta necesaria para hacer frente a los actos de violencia”, afirmó.
Arturo Fontaine manifestó: “estamos viviendo un giro y la población está reaccionando contra la violencia cada vez con mayor fuerza. Hay impunidad y eso multiplica estas conductas violentas y por otro lado hay una reacción ciudadana cada vez más fuerte contra de estas”, rescató.
“Es posible que el Gobierno empiece a endurecer la mano con respecto a la violencia, porque es un mandato muy sensible a las corrientes de opinión”, añadió el exdirector del CEP.
“Uno podría pensar que cuando se gira en la dirección correcta no es necesariamente malo”, manifestó O’Shea.