Juan Gabriel Vásquez y su libro sobre Sergio Cabrera: “Yo escribía como si él estuviera muerto, como si él fuera un personaje de ficción y después él podía ver el manuscrito y sugerir, vetar o incluso censurar”

“La obra no inventa nada, no hay en la novela un solo fruto que sea producto de mi imaginación y sigo sosteniendo que podemos hablar de una obra de ficción. A pesar de lo que se cuenta es verdad, yo he hecho un trabajo de imaginación de los personajes reales, una reinterpretación”, comentó.

Este libro trata de la historia de una familia que proviene del exilio español y termina en Colombia. De ahí sale el padre de la novela.

Su relación con los personajes reales

“Eso marcó la escritura del libro. Este salió de conversaciones que tuve con Sergio Cabrera a lo largo de siete años. El acuerdo que tuve es que yo escribía como si él estuviera muerto, yo escribía con total libertad, como si él fuera un personaje de ficción y después él podía ver el manuscrito y sugerir, vetar o incluso censurar, porque a mi no me interesaba hacerle daño a nadie. Eso sí, para mi emoción, él no hizo nada”.

“Él había intentado muchas veces contar sus memorias, organizarlos en un relato y nunca lo había conseguido. Tomé los recuerdos que él tenía escritos más los relatos hablado y lo uní”.

Interpretación del texto

“Una de las ideas que tengo sobre la novela como género es construir un espacio donde suspendemos el juicio moral. Esta no condena ni absuelve a nadie, sino que solo trata de entender”, sostuvo.

“Los hechos y las anécdotas son tal cual me las contó Sergio y fue un trabajo de imaginación moral, que consiste en meterme en las decisiones, emociones y movimientos de una conciencia ajena, para tratar de contar y entender el mundo desde allí, narrar la transformación”, finalizó.