Iván Poduje y la algarabía violenta del estallido social
El arquitecto, autor de “Siete Kabezas: Crónica urbana del estallido social”, conversó sobre lo que vio desde el 18-O hasta enero del 2020 cuando se puso a escribir su libro. Entre sus conclusiones está que los que ejercieron violencia, “tenían una banda de coristas, actores, arquitectos y políticos que le dieron soporte intelectual a su vandalismo y eso es una locura”
El arquitecto y académico, Iván Poduje recorrió las calles de Santiago desde el día siguiente del estallido social, especialmente en comunas más periféricas.
Todo lo que vio y aprendió en terreno, lo volcó en su libro “Siete Kabezas: Crónica urbana del estallido social”, que ya está a la venta.
Como explicó el mismo en Terapia Chilensis, vio saqueos, quemas y lo que más sintió fue “una sensación de irrealidad muy fuerte. La situación era anormal y enferma, porque había algarabía mezclada con violencia”.
“En La Florida por ejemplo vi a personas jóvenes con banderas, ollas y grupos anarquistas o barras bravas destruyendo y saqueando, en el mismo lugar. Después se fue diferenciando, pero todo en una mezcla de locura y fiesta”.
De acuerdo a lo que vio en la calle, los que realizan desmanes de forma violenta “son personas que no creen en el Estado, sin agenda política, piensan que es lo mismo que las empresas. Con mucha rabia. También había una lógica criminal que saqueaban coordinadamente los supermercados por ejemplo. Y los vecinos que te decían que esto era terrible pero que esperaban que esto sirviera para algo”. Agregando que, “había una esperanza puesta en la destrucción que es una cosa muy fuerte para mí”.
Para Poduje explicar el estallido es fácil, “creo que esto fue como un sismo: energía acumulada hace muchos años, liberada por un detonante que fueron las evasiones masivas y ahí se desmadra todo”.
Poduje cree que mucha gente se ha desmarcado de la violencia o de la legitimación que le dio en un principio, porque “hay una expectativa puesta en el cambio a la constitución y los retiros del 10%. Una idea de que esto va a mejorar y no creo que la pandemia haya logrado cambiar esa expectativa porque esta muy extendida y porque cuando esto se normalice la gente va a pedir las respuestas”.
Una de los antecedentes a este estallido violento, según Poduje, fue la indiferencia que por lo menos tres gobiernos hacia atrás han tenido, “la indiferencia hizo que se destruyera el Instituto Nacional y sin hacer nada, el Estado se hizo el loco, permitió que se destruyera el ícono de la movilidad social y educación pública de calidad por un grupo de anarquistas con el auspicio de diputados jóvenes que querían reivindicar lo que se estaba destruyendo. Una cosa loquísima”.
Poduje agregó también que en la justificación de la violencia “muchos tipos se inventaron un estallido que respetaba códigos, pero vandalizaron todo, porque los tipos que lo hacían no tenían ningún código, tenían una banda de coristas, artistas, poetas, actores, arquitectos y políticos que le dieron soporte intelectual a su vandalismo y eso es una locura”.