Imelda Romuáldez venía de una aristocrática familia de origen japonés- español radicada en Filipinas y había conseguido el título de belleza Miss Manila cuatro años antes de conocer a Ferdinand Marcos.
El flechazo fue bombástico. Marcos quedó aturdido con la hermosura de la ex miss y con su personalidad imperiosa y también, haciendo caso de su astucia política, quiso unirse a esta mujer que lo acercaría a los votos del sur de Filipinas