Hemingway: Un prontuario sentimental II
Con Martha vivió en Cuba, el escritor ya había cumplido cuarenta años y deseaba impetuosamente una hija mujer. Que Martha no se la diera fue su primera frustración, la segunda, que esta tercera mujer suya brillara con colores propios y no tuviera en sus planes quedarse en casa para recibirlo con cocteles si él se decidía a llegar