Ernesto Ottone: “Cuando surge Internet se ve como una expansión de la democracia, pero ha resultado un elemento ambivalente”
El sociólogo y académico acaba de publicar “La democracia en la neblina”, un libro en el que analiza el estado actual de la democracia en Chile y el mundo. Un análisis que en parte, tiene la conclusión de que “la democracia está en dificultades”.
Ernesto Ottone es claro al referirse al “gran remezón” para la democracia que ha significado la tremenda transformación en las comunicaciones de un mundo más interconectado, que se ha vivido en el último tiempo.
De acuerdo a su análisis, este remezón explicaría “la crisis de la representatividad y la exacerbación de la critica al sistema político”. Esto porque, “un ciudadano que desde cualquier parte puede intervenir, produce un acortamiento a tiempos y espacios de la política y una crítica mayor a los representantes”.
A esto se suma la desregularización de la economía de mercado que se está viviendo sobre todo en países desarrollados, lo que “ha generado una ampliación de las brechas de desigualdad, lo que ha sido una caída muy fuerte de las clases medias”.
Ottone agregó que “es muy embrionario que la democracia deje de ser la buena palabra, pero comienzan a haber elementos que nos deben preocupar porque la democracia o es democracia liberal o no es democracia”.
El sociólogo explicó que “cuando surge Internet se ve como una expansión de la democracia que será más representativa y con más cercanía, pero ha resultado un elemento ambivalente para la democracia, porque permite por un lado, que siga funcionando en situaciones como la pandemia, pero por otra parte se empiezan a crear menú informativos que conforma cada persona y esos, no son pluralistas. La información que recaban es la de los suyos y en vez de generarse una ampliación de la democracia, se genera una ampliación de los pensamientos cerrados.
Ottone fue claro al decir que “estamos atravesando un momento triste de la globalización. Vino la epidemia, el aumento de la desigualdad que es muy complejo resolverlo en una economía global y va a costar”, agregando que “la democracia está en dificultades, el desarrollo del siglo XIX es uno muy complicado”.
Sin embargo, su proyección no es pesimista pero sí enfática, “hay que llamar a reforzar la democracia y las instituciones y cómo incorporas en la democracia, la revolución tecnológica y la haces un fenómeno virtuoso y no tan complejo como ha sido hasta ahora”.
