1988- A comienzos de los 80, el genio desmedido sufría parkinson y su cabeza disparatada daba claras señales de demencia senil. Su mujer culpó a los medicamentos por la parálisis de una mano que le impidió seguir trabajando. Gala se enferma también. Muere en 1982. Él se deprime hasta lo indecible, trata de morir deshidratado. Se incendia su colchón un día, es hospitalizado una y otra vez. En noviembre de 1988 lo internan definitivamente. Moriría en enero del año siguiente. Mientras estuvo hospitalizado se registraron episodios severos de esquizofrenia, insultaba y atacaba al cuerpo médico cuando se acercaban a medicarlo, los veía como elefantes, y le escribió un día a Gala. En la voz Bárbara Espejo.