La discriminación racial se ha abordado durante décadas, pero sin mucho éxito probablemente.
Los títulos más relevantes son “El infiltrado en el KKKlan” de Spike Lee, el gran cineasta de la discriminación racial. No me voló la cabeza, pero tuvo muy buena crítica.
Lee tiene varias películas en esa matriz y entre las que más me gusta está “Haz lo correcto”, “Malcolm X”, “Clockers”. Personalmente la que más me gusta es “La Hora 25”, las 24 horas finales de un deficiente que al fía siguiente tiene que entrar a la cárcel.
Kathryn Bigelow, cineasta dura, también tocas temas de discriminación racial como en “Detroit”, donde rescata un episodio muy lamentable de incursión policial en 1967 que terminó con 43 muertos y que dio lugar a un levantamiento que duró varios días.
El cineasta chileno, Sebastián Silva, también toca la discriminación con “Guagua cochina”, una pareja mixta étnicamente quiere tener una guagua y la encargara con un vientre de alquiler. Una pareja de dos hombres, uno blanco y otro afroamericano. Y con “Tiger” es la historia de unos amigos que van a una casa en la montaña a celebrar un cumpleaños y uno descubre con incomodidad que es el único afroamericano dentro del grupo y el relato es cómo pasa ese día. Es sutil y bien hecho.
“En ese tiempo de películas me hace más sentido la mirada sobre la discriminación, más que en cosas obvias como “12 años de esclavitud”, “Green book” o “Conduciendo a Miss Daisy”, que son bastante obvias y al borde de la humillación”, comentó Héctor Soto.
Matías Rivas recomendó películas de Jim Jarmusch como “Cofee and cigarrette” y “Flores Rotas”, que están en YouTube, con subtitulos.
También recomendó a Annie Ernaux con sus libros “Pura pasión”, “La vergüenza” y “El acontecimiento”, que llegaron hace poco a las librerías chilenas: “Sube la temperatura y con ello, las defensas”.
Héctor Soto recomendó “Cae la noche tropical” de Manuel Puig, “muy buena novela”, dijo. Es un diálogo entre mujeres mayores y el relato está construido en base a cartas y a diálogos.
Arturo Fontaine recomendó al escritor Guillermo Arriaga, premio Alfaguara de este año, que no es solo guionista de “21 gramos” o “Amores Perros”. Como ha dicho, la literatura lo ha nutrido como guionista y su visión del cine, se construyó desde la literatura y tiene entre sus influencias a Vargas Llosa.
Recomendó “Salvar el fuego”,una novela de acción de voces que van contando la historia. Una trama en que una mujer dedicada a la coreografía de la alta burguesía, se enamora de un extraño personaje que está en la cárcel, vinculado a la droga y es un polo muy distinto a ella. Hay un tema de tensión de clases muy fuerte y racial también, porque el padre de este hombre es indígena.