Natalia Babarovic acaba de lanzar el libro “Nadie se conoce” que recopila 20 años de su trayectoria. Recorrido que como dijo ella misma, cotidianamente “tiene muchas horas de fumar mirando más que de pintura activa”.
Con respecto a su relación con la fotografía, Babarovic comentó “mi relación ha sido obligatoria. Es muy difícil para un pintor salirse de esa increíble comodidad que además es muy propicia para personas que tenemos agorofobia. Por que tenemos el control”.
La esencia de lo que rescata Babarovic está, como dice ella misma “en lo que está entre las figuras. La atmósfera de las cosas”.
“Hace tiempo aprendí a trabajar con el error, que es el inconsciente, y a observar esas cosas”