1956- Un desconocido Andy Warhol, intenta conseguir algo más que 15 minutos de fama. Durante los 50 ha llamado la atención por sus dibujos publicitarios y han exhibido algunas piezas que realizó para comerciales de zapatos que fueron elogiados en la galería Bodley. Quizá entusiasmado por eso, se anima y envía uno de sus trabajos al mismísmo museo de arte moderno, el Moma. La respuesta la recibió el 18 de octubre y decía así. Un espacio de Bárbara Espejo.