1848 – Le envía otro poema haciendo alusión a la primera vez que la había visto, años atrás, en su jardín de rosas. El romance se desata, atormentado e intenso como casi todo en su vida, viajes en tren para verse, cartas que viajan también cuando no logran reunirse, en una de ellas le dice. En la voz, Bárbara Espejo.