1972 – Una de sus destinatarias favoritas, obsesiva casi, es la tremenda Silvina Ocampo, mujer de Adolfo Bioy Casares que la acogió y no se sabe exactamente en qué se convirtió esa protección, pero la Pizarnik decididamente la abordó, Ocampo le hizo el quite al final. Un espacio de Bárbara Espejo.