Carta de Marie Curie a la academia sueca
1911 – Marie era discreta, pero tenía un valor envidiable y una determinación imbatible. Empuñando uno y otra, le contesta a Arrhenius y, esperaba, a través de él, a toda la academia, toda Suecia y todos los que perdían su tiempo pendientes de ella. Un espacio de Bárbara Espejo.