“Es una incógnita. Es una generación que ha estado en la oposición pidiendo cosas, pero no ha administrando“, adelantó Arturo Fontaine sobre el Gobierno de Gabriel Boric.
Por otro lado, Pablo Ortuzar explicó que “la generación pasada, que creció a la sombra de la transición y nunca se abrió un espacio, carecía de proyecto político propio. Su legado fue pegarle un puñal por la espalda a Ricardo Lagos a los 80 años”.
María José O’Shea rescató la idea anterior, argumentando que los políticos jóvenes “traen consigo un rechazo a esa generación. Nacen desde una crítica profunda, pero muchos han ido rescatando esa experiencia.