2014 – Como parte de su especial navideño, la revista New Yorker publica una serie de cartas ficticias pero basadas en un problema real y recurrente, un alcance de nombres fatal que hace que muchas de las cartas que los niños escriben a Santa, por un desorden en las letras, sean finalmente dirigidas a Satán. Aprovechando ese error no forzado, Matt Passet escribió una serie de cartas en que hace el ejercicio de qué podría contestar el temido ser con cuernos y cola de flecha si efectivamente recibiera algunas de las cartas que sin querer le envían. Un espacio de Bárbara Espejo.