La DC y “la orgía del purismo”

Después de las declaraciones de Carolina Goic de que entablará “estándares éticos”y de que informara que le encomendó a Patricio Zapata, abogado institucionalista, revisar todas las candidaturas al Congreso, surgen muchas preguntas. La primera es con qué parámetros se medirá a los candidatos, porque no están bien establecidos. Como lo dijo Juan Manuel Astorga: “Con qué parámetros se va a hacer la revisión y esto es lo que hay que discutir, ¿cuáles van a ser los criterios? Se habló de estándares éticos, pero no se sabe cuáles son”.

Matiás del Río fue enfático y dijo que se está cayendo “en una orgía del purismo donde uno no puede haberse pasado nunca un disco pare. Todos tenemos tejado de vidrio, unos más unos menos, quizás a algunos ya se les rompió y eso es evidente y por eso los Tribunales de Justicia hacen la pega y no es la pega de los políticos. Si alguien enfrentó la justicia y salió condenado obvio que no tiene los estándares éticos para ser candidato, pero hay que tener cuidado con cuáles son los criterios y el discurso general, que el estándar ético sea lo que se tome el discurso político cuando la gente sabe que ni cada uno de nosotros tiene estándares éticos tan irreprochables, es muy peligroso”.

Cony Stipicic comparó situaciones que cualquiera puede haber realizado, como llevarle un regalo a la secretaria, lo que también podría ser considerado un acto de corrupción. Y concordó con del Río: “estoy de acuerdo con el ataque de purismo y hay que acotarlo porque le estamos haciendo muy mal a la política. Entiendo que lo de Patricio Walker no tiene nada que ver con la coyuntura ni la lista de Zapata, pero hay un contexto que está haciendo que mucha gente que está en el parlamento esté tomando la decisión de salirse, pero más adelante nos vamos a enterar de otras personas que hacen una buena pega que tienen decidido no repostularse. La gente saca un mal promedio y los mete a todos en el saco de la corrupción”.

Y agregó: “Tampoco te puedes pasar tres cuadras, el riesgo de dejar gente fuera es muy alto y de sobredimensionar un problema frente a una opinión pública que no se informa bien y que juzga rápido. Porque la gente se forma una convicción sin preocuparse de un poquito más allá y lo que termina pasando es que gente que podría entrar no entre, y otros se salgan”.

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Goic quiere fijar estándar ético: ¿Estamos cayendo en un estado de puritarismo extremo que puede dejar fuera a gente que debiera estar en política?