Lo que no se sabe de la eliminación del CAE y las posibles fórmulas del nuevo crédito
Cony Stipicic, Nicolás Vergara y Matías del Río comentaron los alcances del anuncio de la ministra de Educación: cuánto cuesta, cómo se financia, y cuál sería su tasa de interés.
El anuncio de la ministra de Educación Adriana Delpiano sobre la eliminación del CAE se tomó una parte de la discusión de Hablemos en Off.
“Hoy reafirmamos la palabra empeñada de poner fin al Crédito con Aval del Estado”, dijo la ministra en la sesión que terminó por aprobar la idea de legislar la reforma de educación superior. Además, Delpiano señaló que “manifestamos nuestra plena disposición a incorporar en esta ley de educación superior una fórmula que materialice y garantice este compromiso, asegurando además un sistema que lo reemplace cuando deje de operar”.
Ante la falta de un anuncio concreto de este sistema de remplazo, es decir cuál será la fórmula de financiamiento , Cony Stipicic, Nicolás Vergara y Matías del Río analizaron cuáles son los alcances del anuncio —y la omisión— de la ministra: cuánto cuesta, cómo se financia, y cuál sería su tasa de interés.
Propuestas anteriores
En 2012, durante el gobierno de Sebastián Piñera, se presentó un proyecto similar que eliminaba el CAE y creaba un único crédito administrado por el Estado, cuya cobranza dependería de la Tesorería General de la República.
Esta iniciativa, que fue retirada por el actual gobierno, prometía mejores tasas de recuperación ya que el cobro se descontaba directamente de la renta de los deudores.
También se establecía que el pago sería acorde a la renta y variaría entre un 5% y un 10% de esta. Además, quienes ganaran menos de ocho unidades tributarias mensuales ($ 373.176) estarían eximidos del pago.
Si dicho proyecto estuviera en régimen en la actualidad le costaría al Estado anualmente $ 639.651 millones. Cifra menor a la destinada en el presupuesto 2017 al CAE, de $ 706 mil millones.
La transición y las fórmulas posibles
La transición entre un sistema y otro es vista con preocupación. Expertos consideran que puede ser menos compleja de lo que se cree. Por ejemplo, se podrían tomar los nuevos créditos y “paquetizarlos”, para luego venderlos al mejor valor con garantía del Estado. Luego el fisco recupera esa deuda con el pago de los estudiantes. Pero dado que ese pago es contingente al ingreso, no se obtiene el retorno del 100 por ciento, por lo que el Estado debe desembolsar la diferencia. La tasa de interés que propuso el gobierno de Piñera era del 2 por ciento para los estudiantes.
En definitiva, bajo ese esquema, el costo de financiamiento del Estado es el que resulte de la licitación de esos créditos securitizados, pero con la garantía del Estado éste debiera ser bajo, menor que el costo de los fondos que los bancos destinan hoy al CAE.
Uno de los debates que abre un sistema como el descrito es si afecta o no los indicadores fiscales del país. Si eso ocurre, el costo de endeudamiento sube para el país y, por tanto, para todos.
