Auditoría del Congreso reveló gastos “poco prudentes” de parlamentarios
Más de un millón en alojamiento y viajes en taxi desde Santiago a Valparaíso son algunos de los gastos catalogados como “poco austeros” por parte del Comité de Auditoría Parlamentaria.
El Comité de Auditoría Parlamentaria envió una carta al Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias (Crap), con detalles de los gastos operacionales de legisladores en 2017.
Esto, con el fin de esclarecer si algunas situaciones detectadas en la revisión se encuentran conforme a la normativa vigente, los auditores -constituidos en un comité compuesto por cinco fiscalizadores que operan permanentemente en el Congreso- solicitaron un pronunciamiento por parte del órgano resolutivo.
El documento no detalla nombres ni la cantidad de parlamentarios investigados, sin embargo, advierte gastos irregulares los que fueron catalogados como “poco prudentes”.
“El comité estima conveniente poner en conocimiento del Consejo Resolutivo que en la auditoría se han advertido gastos que no parecen enmarcarse en los criterios de prudencia y austeridad que deben orientar el uso de asignaciones”, señaló el escrito.
Rendiciones poco austeras
Uno de los gastos que llama la atención fue “la inclusión de consumo de alcohol en las rendiciones. En concepto del comité, el alcohol no puede considerarse alimento, al no constar de nutrientes para el organismo”, detalla la carta.
También la misiva da cuenta del “caso de comprobantes de taxis por valores superiores a $ 100 mil, sin mayor especificación de los tramos recorridos. También la utilización del mismo medio de transporte para desplazarse entre Santiago y Valparaíso”.
“Para el caso de alojamiento se comprobaron pagos por montos superiores a $ 1 millón, sin información relativa al usuario o detalle del servicio”, dice el texto.
Al mismo tiempo, para el ítem sobre combustible, el comité también pide al Crap profundizar en la regularización. Esto, porque, según se explica, “tratándose de combustible, la rendición de montos superiores a $ 3 millones en el mes implicaría un kilometraje recorrido difícilmente posible de materializar”.
Según fuentes del Congreso, en la auditoría analizó la compra de un taladro de $200 mil pesos por parte de la diputada Camila Vallejo en el Homecenter, esto para la remodelación de una oficina parlamentaria. En su entorno, explican que no fue comprado en 2017, según conocedores de la compra, la herramienta fue rendida a inicios de ese año. Este gasto tampoco fue objeto de reparo por parte de los auditores.