Hace una semana el ex presidente Sebastián Piñera decidió renunciar a su derecho a guardar silencio en la causa penal que se abrió en su contra luego que el diputado PC Hugo Gutiérrez lo acusara de usar información privilegiada del juicio en La Haya con Perú, en las compras de acciones que una de sus sociedades hizo a la pesquera Exalmar en 2010.
La Tercera accedió a la declaración que hizo ante el fiscal Manuel Guerra, donde explica que “en abril de 2009 casi un año antes de asumir la presidencia de la República, en forma voluntaria, porque entonces no había ninguna ley que lo exigiera, yo tomé un conjunto de decisiones”.
Es ahí dónde detalla que lo primero que hizo fue “retirarme de la administración y gestión de todas las sociedades en que había tenido participación”. A esto se suma, el “formar fideicomisos ciegos con todos los activos accionarios de sociedades anónimas abiertas chilenas”.
En tercer lugar, declaró, inició “un proceso de ventas de las acciones de ciertas empresas como LanChile, Chilevisión y Clínica Las Condes”.
Es ahí dónde viene la primera pregunta del fiscal Guerra, “¿Cuál fue el propósito de esas decisiones?”. Ante lo cual Piñera respondió, “el propósito de estas decisiones fue poder dedicarme en plenitud a una campaña presidencial, y en caso de ser elegido Presidente, dedicarme en forma exclusiva a ejercer la labor de Presidente”.
El actual precandidato presidencial sostuvo que “en consecuencia, una parte de los activos de las sociedades en que yo participaba quedaron con la figura de fideicomiso ciego, administrados por cuatro instituciones financieras chilenas”.
Acto seguido Piñera detalla que esas entidades fueron el Banco Bice, bajo la supervisión de la Superintendencia de Bancos, y tres corredoras o agentes de valores que fueron Celfin, Moneda, y Larraín Vial, bajo la supervisión de la Superintendencia de Valores y Seguros.
“La condición esencial era que dichas instituciones no podían ni debían informarme de las decisiones de inversión que ellas adoptaran y que sólo debían proveer la información estrictamente necesaria para cumplir con las obligaciones legales que me afectaban, tanto a mí, como a las empresas que habían suscrito los contratos de fideicomiso ciego, especialmente las obligaciones tributarias”, sostuvo el ex Presidente.
En ese ese sentido advirtió que la SVS exigió algunas modificaciones a sus contratos de fideicomiso que se realizaron.
Fue entonces como el fiscal regional Oriente le pregunta ¿Qué pasó con los restantes activos que poseía?. “La otra parte de los activos de las sociedades en que yo y mi familia participábamos quedaron bajo la administración de un equipo profesional independiente y bajo la supervisión de los respectivos directores y consejos”.
Equipo profesional
El ex Mandatario se explayó respecto de los activos que no estuvieron sujetos al fideicomiso ciego y planteó que ” la otra parte del patrimonio que quedó bajo el equipo profesional con las siguientes instrucciones: que todas las inversiones debían ser de carácter pasivo y no controladoras y segundo que las inversiones debían ser lo más diversificadas posibles y que podrían realizarse tanto en Chile, como en el extranjero”.
Añadió que “una vez constituidos los fideicomisos ciegos y esta administración profesional y dadas las instrucciones antes indicadas, yo me desligué absolutamente de la administración de las empresas situación que mantengo hasta el día de hoy. Esto ocurrió en abril de 2009, por lo que, en consecuencia, durante el período en que fui candidato y todo el período en que fui Presidente de la República no participé en la gestión , administración e inversiones de las empresas y sólo fui informado de hechos que requería conocer en mi carácter de candidato o de Presidente como por ejemplo la materialización de las ventas de empresas como Lan Chile o Chilevisión u otros hechos de carácter muy particular como por ejemplo accidentes del trabajo de personas relacionadas con esas empresas”.
En ese minuto, según consta en la declaración, el fiscal Manuel Guerra hace hincapié en cómo se conformaba ese equipo de profesionales que administraban esas empresas y sus inversiones.
“El equipo profesional al que he hecho referencia lo lideraba Nicolás Noguera como gerente general y estaba constituido por un equipo de profesionales que fue variando en el tiempo, puesto que una de las cosas que más se incentivaban en las empresas era que sus ejecutivos jóvenes realizarán estudios de postgrado fuera de Chile y así fue que ocurrió con varios de ellos. En consecuencia, ese equipo de profesionales tomaba las decisiones de inversión en forma autónoma sujetos a las instrucciones generales a los cuales hice alusión. Con respecto a quienes participaban en la administración de los fideicomisos ciegos, esas eran decisiones que ellos tomaban autónomamente y en reserva sin que yo lo supiera, como tampoco nadie de mi familia, ni de las empresas. El mandato era una institución y no una persona en particular. Existió una suerte de consejo que supervisaba la marcha de las empresas en términos generales con especial énfasis en que se cumpliera estrictamente la normativa legal, pero no participaba en las decisiones de inversión, responsabilidad que recayó exclusivamente en el equipo profesional que encabezaba Nicolás Noguera. Ese consejo lo integraron entre otras personas José Cox y Fernando Barros, quienes incluso eran directores de alguna de las empresas, consejo que se reunía trimestralmente”, aseguró.
Consultado por si supo de la inversión en la pesquera Exalmar, el ex Presidente señaló que “dado que yo no participaba de la administración, gestión e inversión ni yo ni ningún miembro de mi familia participó en la decisión de realizar esa inversión que se efectuó el año 2010”.
Acto seguido explica que la inversión se hizo en 2010 cuando esa empresa decidió abrirse a la bolsa chilena y que eso fue liderado por importantes instituciones nacionales y concurrieron a esa oferta de acciones una decena de inversionistas chilenos: “Por lo que he sido informado después que dejé la Presidencia de la República, esa inversión representaba un 0,5% de las inversiones totales de las empresas y gran parte de esa inversión se hizo después de marzo de 2014 cuando yo había dejado de ser Presidente de Chile”.
Piñera le aseguró al fiscal que nunca tomó conocimiento de la inversión hasta que fue parte de la contingencia.
La Haya
“¿Usted conoció antes del fallo el resultado del juicio de Perú contra Chile en La Haya?”, le pregunta entonces el fiscal Manuel Guerra. Ante lo cual Piñera responde que “quisiera resaltar que el año 2010 cuando se hizo esta inversión ni yo ni ninguna persona podía tener conocimiento alguno del fallo que se daría a conocer el año 2014 por la Corte internacional de Justicia de La Haya, casi cuatro años después de los hechos mencionados. En esa época la demanda peruana ante La Haya estaba todavía en la etapa escrita”.
Comenta que tras la etapa escrita, vinieron los alegatos y el juicio propiamente tal, y el fallo de La Haya, “el cual no era conocido ni por mi persona ni por nadie que formara parte de la defensa chilena hasta cuando se dio a conocer públicamente en forma simultánea a los agentes chilenos y peruanos que estaban en La Haya y a todo el público que seguía por televisión la lectura del fallo que se realizó en enero de 2014”.
Piñera recordó que para la sentencia se encontraba en La Moneda junto al canciller Alfredo Moreno, personeros de Gobierno, parlamentarios y su esposa Cecilia Morel y su hija Magadalena. Respecto de estas dijo que trabajaban en el palacio, la primera en su calidad de primera dama estaba a cargo de la división sociocultural y su hija en el proyecto del legado Bicentenario. “Ambas lo hacían Ad Honorem sin remuneración alguna”, destacó y dijo que vieron por televisión la transmisión del fallo que se concretó cuatro años después de la inversión en Exalmar, la pesquera peruana.
Críticas al diputado Hugo Gutiérrez
Tras hacer estas referencias, el ex Presidente dice que por todo lo antes expuesto “en consecuencia estoy convencido que la querella presentada por el diputado Gutiérrez no tiene ningún fundamento, está totalmente reñida con la verdad, y sólo obedece a un propósito político de tratar de debilitar lo que entonces era una posible o eventual candidatura de mi parte”.
Junto con esto, indica, en Chile existe una tradición de que los temas internacionales y en especial aquellos que pueden afectar la soberanía, el territorio o el mar, “se tratan como temas de Estado más allá de las legítimas diferencias de la contingencia política”. Y que por ese motivo “la Presidenta Bachelet me informó en mi calidad de Presidente electo del contenido básico y fundamental de la contramemoria que su gobierno presentó el 9 de marzo, dos días antes de que yo asumiera la Presidenciay honrando esa larga y valiosa tradición yo decidí mantener al equipo que llevaba la defensa de Chile que encabezaba el agente Alberto van Klaveren y constituido por los embajadores Juan Martabit y María Teresa Infante, como una forma de darle continuidad y eficacia a la defensa de Chile”.
Recordó que en dos oportunidades en giras presidenciales a Londres y Madrid tuvo reuniones con el equipo. “Se trató de reuniones de carácter general y de público conocimiento pues la prensa que acompaña las giras del Presidente conocían mi agenda y por ende conocieron de estas reuniones” y agrega que él no era receptor de los informes que permanentemente hacía este equipo y que se enteraba de la marcha del juicio cuando hablaba con el canciller o el agente Van Klaveren. “En ninguna de esas reuniones se analizó ni se visualizó la decisión que finalmente tomó la Corte de La Haya que estimo sorprendió a todas las partes”, aseguró.
La Minera Dominga
El fiscal Guerra continuó la declaración preguntándole por otro tema de la querella de Gutiérrez también inspirada en un reportaje de Radio Biobío sobre eventual interés de Piñera en el proyecto minero de Dominga.
“¿Usted tuvo participación en la adquicisión de acciones en el proyecto Dominga?”, pregunta el investigador quien se tuvo que trasladar el jueves pasado hasta laa oficinas de Piñera en Apoquindo 3000, Las Condes.
Ante esta pregunta el ex Presidente y hoy nuevamente aspirante a La Moneda reiteró que en 2009 firmó los contratos de fideicomiso y nunca más se enteró de las inversiones de esas empresas y que cuando dejó su cargo, se le informó que “a través de una sociedad denominada Minera Activa en que participa mi familia a través de un fondo de inversión se desarrollaron un conjunto de proyectos de exploración minera los cuales eran gestionados por un equipo de profesionales independientes y en las cuales participaban como inversionistas más de 30 otros agentes económicos chilenos”.
Es así como, dice, la empresa Minera Activa inició una serie de exploraciones mineras una de ellas corresponde al proyecto de minera Dominga: “Cuando el grupo de profesionales que administraba las inversiones de las empresas familiares distintas a aquellas de los fideicomisos ciegos tuvo conocimiento de las dimensiones y magnitud del proyecto Dominga, tomó la decisión de vender esa participación, hecho que ocurrió en el año 2010”.
“Y por tanto de que el proyecto Dominga hiciera un trámite administrativo relacionado con la evaluación ambiental del proyecto el fondo de inversión relacionado con mi familia Ya no participaba en la propiedad de dicho proyecto”, agregó Piñera en relación a la querella en su contra bajo la sospecha de que se deshizo de esa inversión sabiendo los resultados de los estudios de impacto ambiental de esa iniciativa.
Foto: Agencia Uno
Fuente: La Tercera