Peñailillo vuelve a ser esquivo en declaración de SQM y contradice los testimonios de Martelli y Arenas
El ex ministro del Interior de Michelle Bachelet descartó tener una relación cercana con el gerente general de SQM, Patricio Contesse.
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Un año y medio después de su primera declaración, el ex ministro del Interior Rodrigo Peñailillo volvió a prestar testimonio como imputado en el caso SQM.
La Tercera tuvo acceso al documento que detalla su última declaración, el pasado 5 de diciembre. Ahí el ex hombre de confianza de la Presidenta Michelle Bachelet repasa su vínculo laboral con la entidad encargada de financiar la denominada precampaña de la Mandataria, Asesorías y Negocios SpA (AyN). Esta sociedad recaudó más de $430 millones a través de informes vendidos a empresas como SQM Salar y otras del grupo Angelini, como Celulosa Arauco, Copec y Cruz del Sur.
A lo largo de su testimonio de nueve páginas, Peñailillo defiende su primera versión: dice que no participó de la constitución de AyN, que solo recomendó algunos nombres para que trabajaran en la elaboración de contenidos y negó algunas de las declaraciones previas de Martelli y su antiguo compañero en el comité político de La Moneda, el ex ministro de Hacienda Alberto Arenas.
Peñailillo dice que llevaba un año sin trabajo tras sus estudios de posgrado en Madrid cuando retomó contacto con Martelli a fines de 2011, en un café de Providencia. Ese día acordaron que elaboraría informes de coyuntura política para vendérselos a diversas empresas. “Había un contexto político. El contrato fue de enero de 2012. En ningún caso yo participé en reuniones o coordinaciones para la formulación de la empresa”, asegura el ex ministro, cuyo vínculo contractual con AyN se extendió hasta abril de 2012.
El ex secretario de Estado también niega haber estado en contacto durante esa época con Jorge Rosenblut, quien fue apuntado por Martelli como el encargado de conseguir las donaciones de las empresas. “En 2012 tampoco me reuní con él. Durante 2013 puede que nos hayamos reunido más de alguna vez en el contexto de la campaña presidencial”, declara.
Respecto del gerente general de SQM, Patricio Contesse, uno de los formalizados en la causa, Peñailillo dice que “lo ubico, puede que nos hayamos encontrado en alguna actividad. Sé quién es, sé dónde trabajaba. Pero nunca he tenido con él alguna relación de amistad ni de cercanía (…). Nunca me he reunido con él. Nunca he ido a las oficinas de SQM”.
Cuando terminaba su contrato con AyN, en marzo o abril de 2012, Peñailillo recomendó los nombres de al menos siete personas para que colaboraran con Martelli. Entre ellos estaban varios de sus compañeros del “G-90” del PPD, como Harold Correa, Flavio Candia, Gabriel Sepúlveda, Robinson Pérez y Héctor Cucumides, así como también María Estela Ortiz, actual secretaria ejecutiva del Consejo para la Infancia.
A partir de esa fecha, Peñailillo trabajó durante un año con el estudio jurídico Harold’s and Johns, de su amigo Harold Correa y Alex Matute Johns. Esta empresa también recibió pagos de empresas del grupo Angelini y un préstamo de $10 millones de AyN. “Ellos tenían un conjunto de clientes y solicitaron de mí, después que me fui de AyN, orientación en temas económicos, políticos, legislativos y de responsabilidad social empresarial. Se hacían informes, los discutíamos en conjunto y los despachaba Alex”, dice.
Luego de explicar sus actividades, los fiscales le piden a Peñailillo el detalle de los pagos recibidos de AyN en 2012 y 2013 y de otras regalías, como el pago de su teléfono celular y el financiamiento de “viajes políticos particulares” por Chile. “AyN me pagó los viajes. Me quedé en casa de conocidos. Recuerdo que en los tres viajes me quedé en casas de amigos. Yo pagaba el traslado o movilización dentro de la ciudad”, dice Peñailillo.
Al ser consultado, sin embargo, por el objetivo de su viaje a Nueva York, donde trabajaba Bachelet por esos años, Peñailillo volvió a ser esquivo. “No voy a ahondar en el tema”, señala, recordando su declaración de hace un año y medio, cuando respondió: “A sugerencia de mi abogado, no voy a responder esa pregunta”.
Peñailillo sí respondió por el viaje a Nueva York pagado por AyN a Michel Zalaquett y Claudio Labrín, dos asesores de la campaña de Bachelet, en abril de 2013. Según Martelli, este pago había sido solicitado por Peñailillo. “Lo descarto completamente. En esa época no lo sabía. Después que ellos volvieron de Nueva York me enteré de sus viajes. Recién con ocasión de esta investigación supe que estos pasajes habían sido financiados por AyN”, asegura el ex jefe de gabinete, reiterando lo dicho en su primera declaración de 2015.
Hacia el final de su testimonio, Peñailillo también contradice los testimonios de Martelli y del ex ministro de Hacienda Alberto Arenas respecto de la contratación del economista Michel Jorratt (ex director del SII) y los asesores Fidel Miranda, Enrique Paris Horvitz y Jorge Rodríguez Cabello para AyN. Tanto Martelli como Arenas señalaron que estos profesionales habían sido recomendados por Peñailillo. Arenas, además, señaló que él lo había puesto en contacto con AyN y le había entregado los datos de la sociedad para enviar las boletas de honorarios.
“Yo no recomendé a esas personas y nadie me pidió que recomendara a estas personas. No son personas vinculadas a mí, ni he trabajado con ellas. No recuerdo haber sido yo quien le entregó los datos de la empresa AyN a Arenas. Que la información que le haya dado a Arenas haya sido para la contratación de personas, fijación de honorarios, tareas y funciones y emisión de boletas de honorarios, lo descarto completamente. Tampoco es efectivo que hubiera gestionado el contacto de estas personas con AyN”, concluye Peñailillo, quien nuevamente se negó al alzamiento de su secreto bancario al final del interrogatorio.
Foto: Agencia Uno